Quejas,
lamentos y cuestionamientos nos pasan por la mente cuando tenemos un resultado
diferente al esperado, sin embargo, la perspectiva de cómo vemos las cosas para
tomar acción sobre ellas nos dará la respuesta que buscamos. Por eso, una frase
con la que me identifico desde siempre, y que incluso la tengo impresa en una
taza, es:
“Algunos ven
las cosas que han pasado y se preguntan ¿Por qué?, yo miro las cosas que nunca
han sido y me pregunto ¿Por qué no…?”
Partiendo de
que el sistema de creencias que tenemos influye cuando decidimos hacer algo,
debemos desarrollar la habilidad para centrarnos en las cosas positivas, ante
cualquier situación. Las personas que logran triunfar en sus vidas y que
obtienen resultados sobresalientes son aquellas que creen que todo ocurre por
una razón y que a pesar de no ser lo que esperaban, tratan de encontrar algo
que les pueda servir.
Nadie niega
que es difícil aprender de situaciones complicadas porque rehacer lo que
intentamos lograr con una visión distinta ataca más a nuestro ego que a
cualquier otra cosa, pero se trata de reconfortarnos y explorar nuevas
alternativas.
Una experiencia de aprendizaje
Si uno “googlea” a Marilyn Hamilton encontrará que fue una maestra que a los 29 años tuvo un accidente que la dejaría en silla de ruedas por el resto de su vida, el hecho de que necesitara otro tipo de silla porque la que tenía no se adaptaba a sus condiciones físicas hizo que se inspirara de sus adversidades para diseñar la primera silla de ruedas que fuera funcional, ligera, ajustable y en vivos colores para que vaya de acuerdo a la personalidad, gusto y necesidades de las personas. Inmediatamente revolucionó la industria de las sillas de ruedas al escuchar las necesidades de los clientes y logró convertirse en una mujer de negocios, oradora internacional cuya inspiración y motivación para superar sus limitaciones físicas fue solo el comienzo para cambiar su vida (mientras que para otros hubiera sido el final).
Todo depende
de nuestras creencias y perspectiva de ver las cosas: ¿Nos centramos en lo
positivo o le hacemos caso a la negatividad de las situaciones? No es lo mismo
decir “Confío en que las cosas saldrán bien” a decir “Temo que las cosas salgan
mal”.
¿Observo las
adversidades como una posibilidad de potenciar mis habilidades o cómo un
obstáculo que me permite avanzar? El impulso que necesitamos para salir del “hoyo
en el que hemos caído” está en ver las adversidades como una oportunidad.
¿Pero cómo lo hago?
1. Si ya notaste cómo sueles ver las cosas…ya diste el primer paso.
2. Disfruta del aprendizaje, de las lecciones, domina al ego que intenta
manejar tus pensamientos.
3. Imagina que tu problema ya está solucionado y ponte a pensar cómo
fue que llegaste a ese resultado.
4. Busca un momento en el que te sientas relajado que te permita ver
las cosas con mayor claridad. Si es un determinado lugar el que te genera el
problema, cambia de ambiente y te dará más luz para ver las cosas.
5. Si estás de acuerdo con que las cosas suceden por algo (para un
aprendizaje mayor), está bien, pero no te quedes de brazos cruzados esperando
que las cosas se solucionen de la nada. Sé un sujeto no un objeto de la
situación.
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